todo el tiempo que sea necesario para escribir una novela

En mayo de 2016 hice una breve encuesta entre mis conocidos escritores en redes sociales. La pregunta era simple, «cuánto demoras en escribir un libro», pero la pregunta era capciosa. Mi hipótesis es que nadie demora menos de 2 meses en escribir una novela (entendida como un texto de al menos cincuenta mil palabras).

cuánto demoras en escribir una novela

La convocatoria a votar no fue muy grande, solo 16 votos. Pero el resultado fue revelador: únicamente un escritor, de los 16 que votaron, declaró demorar 2 meses en escribir y editar una novela; los 15 restantes demoran 6 meses o más.

No me parece extraño. Ni siquiera lo pongo en duda. Sé perfectamente cuánto es lo que escribo y cuánto soy capaz de escribir. Las dos novelas que escribí en el verano de 1998 y 1999, respectivamente, las escribí (descubriendo la historia mientras la escribía) en dos meses. Y editadas durante los meses siguientes. Esas novelas resultaron ser un gran fracaso personal, porque nunca logré que salieran del proceso de edición; quedaron en estatus de manuscrito, guardadas para siempre. Y al mismo tiempo representaron un triunfo de trabajo dedicado, entusiasmo y determinación.

En los comentarios de la encuesta, varios autores explican que demoran al menos un año en terminar una novela, y a veces más.

Dentro del escenario editorial actual es necesario que un autor «prolífico» publique al menos una novela (o libro de cuentos) cada año. En diez años son diez libros, obvio. Y si escribes una serie o saga, con mayor razón tienes que ponerte esa meta. A no ser que te llames George R. R. Martin o Patrick Rothfuss.

Escribir todos los días

Si eres como yo y escribes todos los días, aunque sean 100 palabras diarias, tienes una ventaja sobre todos los demás que solo escriben los fines de semana. En mi caso, con un trabajo fijo de lunes a viernes y obligaciones familiares, mi escritura creativa está en el mínimo, con días mejores que otros.

La siguiente tabla se llama tabla de la ilusión. La miro a veces y me imagino como sería el mundo ideal en el que tengo todo el tiempo del mundo para escribir. Úsala como referencia.

tabla-de-palabras-escritas-por-dia-mes-y-anual

Si escribes en promedio 100 palabras al día, necesitas un año y medio para terminar el borrador de una novela de cincuenta mil palabras; dos años y algunos meses para tener el borrador de una novela de ochenta mil palabras, y si escribes ladrillos épicos, necesitas 3 años para obtener un borrador de novela de ciento diez mil palabras. Si eres como tatita Tolkien y quieres pasarte la vida construyendo una mitología compleja con lenguajes y etc. Ten por seguro que necesitas mucho más que 100 palabras diarias para escribir esa novela en lo que te queda de vida.

En cambio, si escribes un promedio de 3.000 palabras diarias… ¿21 borradores de cincuenta mil palabras en un año? Suena excesivo, diría que absurdo, igual que las noventa mil palabras escritas en un mes. El cálculo es correcto y la parte lógica de mi cerebro dice que está bien, que es posible. Pero la parte realista en mi cabeza sabe que no importa cuántos Excel haga. Si no me siento a escribir, no habrá ningún borrador que se transforme en libro concreto para publicar.

La tabla solo da cuenta de las palabras escritas en un día (multiplicadas por X). No incluye la edición, ni la investigación, ni la producción. Ni nada de lo que un autor realmente haría si se dedica tiempo completo a escribir ficción.

En teoría

Si un autor/a se enfoca en escribir los 365 días del año. Si escribe dos mil palabras en la mañana y dedica la tarde a editar y hacer otras labores de escritor ocupado. Podría —en teoría— producir 14 manuscritos de cincuenta mil palabras cada uno en un año, editados y listos para publicar.

Suena surrealista. Pero si alguien escribe dos mil palabras diarias y tiene tiempo para editar y publicar, es seguro que produzca una novela de 50k al mes.

Ya, pongamos que lo hace mes por medio, porque se cansa o sale a hacer investigación. Y agreguemos un mes sin escribir, porque sí. Igual son cinco novelas al año.

Conozco algunas autoras de novela romántica que son totalmente capaces de hacer esta hazaña.

Un modelo posible

plan-de-un-escritor

Ponte en la siguiente situación: no escribes todos los días, pero si calculas todo lo que llevas escrito en un mes, redondea las 30.000 palabras. Eso da un promedio de mil palabras diarias. Y es una meta alcanzable.

Un mes para planificar la obra que quieres escribir. Así no te pierdes en el camino. Así sabes perfectamente dónde va tu historia.

Para escribir un borrador de cincuenta mil palabras, necesitas un poco menos de dos meses. Si te comparas con lo que demora la mayoría de los autores de mi encuesta, pues produces bastante rápido. Entonces dos meses para sacar a la luz el primer borrador.

Dos meses más para editar tu obra, pulirla, corregir los problemas, etc. Un mes más para trabajar de la mano con un editor profesional que te ayude a resolver los problemas estructurales. Y un mes más para crear la edición digital y print-on-demand.

Al final del séptimo mes tienes una novela publicada. Y si comienzas a planificar la próxima novela al mismo tiempo que editas, podrías tener casi tres al año. Es más de lo que publica el 94% de los autores en mi encuesta. Y solo escribiendo mil palabras diarias durante seis meses.

Con cada nueva iteración del modelo te vuelves mejor. Escribes más palabras al día y te equivocas menos. Podría funcionar.

¿O es muy utópico lo que estoy diciendo?

IMPORTANTE: escribir un montón no es sinónimo de calidad. De hecho, un borrador producido en tan poco tiempo seguramente está lleno de errores. Por eso es importante la edición, no solo la edición propia, sino también la que pueda proveer un editor profesional externo.

Para saber cómo mejoré mi promedio de palabras diarias, lee Apuntes de literatura creativa: escribir más y en el mismo tiempo.

Avatar de Daniel Enrique Guajardo Sánchez

By guajars

Santiago, 1977. Daniel Guajardo (aka) Dan Guajars escribe las historias y su otro yo, el tenebroso, las disfruta. Se lo puede encontrar con el nombre de Daniel Guajardo en Providence, Chile.