En muchos círculos literarios (actuales) se propone a los autores que escriban acerca de lo que saben (writing what you know). Y si hay algo que conozco bien, es mi ciudad. Conozco sus tiempos, sus colores, su distribución discriminatoria y su decadencia inclusiva. Es la ciudad donde crecí, donde me crié, donde vivo, viajo y trabajo cada día. Puedo usarla miles de veces en mis narraciones, sin repetirme.
La Fantasía Urbana es arcilla en mis manos, la puedo moldear a mi antojo y darle forma según mi capricho. De verdad puedo hacer lo que quiera con ella y el resultado puede que acabe en otra categoría totalmente distinta.
Si quiero que mi creación se mantenga categorizada como Urban Fantasy, debo apegarme a dos simples reglas:
- Que contenga elementos que la hagan reconocible como parte del género fantástico.
- Que se desarrolle en un ambiente urbano contemporáneo.
Hay tanta fantasía a nuestro alrededor, en estas ciudades, en las historias de los abuelos, en nuestros sueños y pesadillas, en los mitos y leyendas de nuestra tierra. Ese enfoque único es el que quiero rescatar.
La Fantasía aparece sola, a veces está planificada en el relato y otras veces se manifiesta mientras escribo. Y descontando escasas excepciones, mi literatura siempre busca ser latina, local, reconocible por los mismos habitantes de la ciudad.
¿Tú qué tipo de fantasía escribes? Deja un comentario para que conversemos.