Crónicas Marcianas

Toda ficción tiene dos historias: la historia explícita y la historia secreta. La historia explícita es la historia narrada de manera directa: es lo que pasa, lo que nos cuentan. Mientras que la historia secreta es la historia que transcurre ante nuestros ojos, por debajo, en paralelo con la historia explícita. Es la moraleja en la columna vertebral de la historia. Es de lo que se trata realmente el cuento o la novela.

En «el almohadón de plumas» de Horacio Quiroga, el mal que causó la muerte de Alicia parece estar aún presente. La causa siempre estuvo ahí, adentro del almohadón de plumas, pero nadie quiso ver, ni los doctores, ni el mismo Jordán, su esposo.

Alicia parecía mejorar en el día, cuando se levantaba, cuando estaba lejos de la cama, pero al día siguiente amanecía peor, «consumida».

La historia explícita nos cuenta que Alicia se enferma de un simple resfriado, pero que empeora de manera lenta e inexorable, con una anemia espantosa, hasta que muere. Y poco tiempo después se descubre que la causa real de su padecimiento era un parásito que vivía adentro de su almohadón de plumas.

La historia secreta es acerca de una pareja que se ama, pero que no se comunica, con una Alicia que sufre la soledad y un Jordán que no expresa lo que siente; la distancia emocional es palpable durante todo el relato; las personas que intentan ayudar son las que empeoran la situación. Alicia se consume en la desesperación de un amor distante.

El tema es la historia secreta.

Es una moraleja no expresada, que vive en la experiencia de la persona que lee. Es de lo que trata realmente la historia. Es el relato textual, la construcción contextual y el espacio subtextual.

Muchas/os autores primero escriben la obra, y cuando terminan el borrador, solamente entonces logran reconocer de qué trata la obra.

Otras/os autores se plantean el o los temas antes de iniciar la escritura, y hacen que aquello que escriben se perfile dentro de ese marco conceptual.

A través del subtexto contumaz, contamos la historia que subyace en el relato del cuento; así es como implantamos la historia secreta, el tema profundo (y sí, la moraleja). Donde la historia es un caballo de Troya, que lleva en su interior el tema escondido.

El subtexto está presente en el contexto. Son todas nuestras decisiones creativas, narrativas y dramáticas, expresadas como uno o más mensajes consistentes a lo largo de toda la obra. La elección del escenario no es baladí.

El subtexto estimula el subconsciente, porque tú y yo nos resistimos a la urgencia de explicarlo todo con peras y manzanas. Y en su lugar, plantamos semillas en cada párrafo y regamos con cada letra para que la persona que lee vea crecer la plantita adentro de su cabeza.

El subtexto, si bien está oculto, se muestra a sí mismo.

El tema dentro de Papelucho.

En «Papelucho», el subtexto no es evidente. Marcela Paz Huneeus nos muestra el descenso de una familia de clase media acomodada, desde la perspectiva de un niño ingenuo.

  • Tienen empleada y jardinero.
  • Es solitario, «vive en su cabeza» y hace travesuras.
  • Problemas económicos de los padres:
    • Tienen que despedir a los empleados.
    • Se mudan a un depto.
    • Papelucho y su hermano acaban en un internado.

El tema se siente como un aroma, que se queda impregnado mucho tiempo después de cerrar el libro.

Avatar de Daniel Enrique Guajardo Sánchez

By guajars

Santiago, 1977. Daniel Guajardo (aka) Dan Guajars escribe las historias y su otro yo, el tenebroso, las disfruta. Se lo puede encontrar con el nombre de Daniel Guajardo en Providence, Chile.