Técnica pomodoro

Porque hay que dar la cara. Este año 2016 fui realista con mis posibilidades de escribir y publicar, porque tengo dos hijas y la segunda no me dejó dormir ni una sola noche de corrido. Ya sabía de antemano que no iba a tener muchas oportunidades para avanzar y terminar cosas, así que no me hice ilusiones con proyectos grandes que requieren continuidad.

A mitad de año pedí que me hicieran una portada para un libro que está al 90 %, falta pulir un cuento que resulta ser el que se ilustra en la portada, así que el libro tiene que esperar.

En noviembre comencé a escribir algunas exploraciones de una novela que llevo muchos años planificando, y si bien no logré la meta del NaNoWriMo, sí escribí y bastante. Esas exploraciones son lo que se conoce como partidas en falso, se podrían definir como borradores desechables. Y lo mejor de todo, es que no tuve que desechar mucho, solo quité una escena que me llevaba por una dirección equivocada y a partir de ahí la historia tiene sentido. La mayoría de las exploraciones se convirtieron en borradores reales.

Todavía falta mucho para que esté listo el primer borrador (terminado) antes de editar. Pero que haya podido avanzar tanto es una excelente señal. Construí la historia para que cada capítulo funcione como novela corta, y así me puedo enfocar en tramos más cortos, mientras el sueño de mi hija menor no se regulariza.

El resto de las cosas que tenía planeadas para 2016, serán del 2017. Cuando me enfoco, puedo escribir alrededor de 1.500 palabras en un pomodoro*, aunque últimamente estoy luchando para alcanzar las 900 palabras. De cualquier manera, un pomodoro al día es una excelente meta para el 2017.

De los proyectos que están en proceso en Wattpad, quiero retomar Blonda Stál y Reboot. En 2016 inicié Mis Espantos Cotidianos y quiero continuar en 2017. No soy un wattpadero consistente en mis entregas, pero no por eso voy a darme por vencido.

Hice dos talleres literarios. Casi me olvidaba, uno en abril y el otro en agosto. No estoy seguro si haré otro en 2017; tal vez cuando publique más libros, me asocie con algún taller establecido.

Y así están las cosas. Una novela en camino, un cuento que necesita edición urgente y varios proyectos de Wattpad. Eso es lo que SÍ escribí. Lo que no escribí, bueno, no nomás.

* El pomodoro es una medida de tiempo que corresponde a 25 minutos. Proviene de la técnica pomodoro de escribir en tramos durante 25 minutos. Se llama «pomodoro» porque el cronómetro utilizado es un tomate, es un reloj de cocina.

Avatar de Daniel Enrique Guajardo Sánchez

By guajars

Santiago, 1977. Daniel Guajardo (aka) Dan Guajars escribe las historias y su otro yo, el tenebroso, las disfruta. Se lo puede encontrar con el nombre de Daniel Guajardo en Providence, Chile.