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Narrativa: La Resonancia

Logan go fuck yourselves

Hay muchos fenómenos que explican por qué una historia resuenan más o mejor con ciertas personas, y otras simplemente no. Por ejemplo, la experiencia personal, la intertextualidad creativa, o nuestra capacidad innata para encontrar patrones.

Somos animales de patrones.

Comencemos por los patrones. Somos animales que buscan patrones. Los vemos, los entendemos, los usamos. Nuestra capacidad de entender y utilizar lenguaje está íntimamente relacionada con esta ventaja evolutiva.

Seguramente ya escucharon la historia antes. El que lograba ver al león entre los matorrales tenía más probabilidades de escapar, sobrevivir y pasar sus genes a la siguiente generación. Selección natural. Y si bien nuestro primer instinto es a imaginar a un homínido en la selva, esta cualidad es mucho más antigua y la compartimos con la mayoría de los mamíferos y probablemente con las aves y los reptiles.

Ver patrones es lo que nos hace inteligentes. Ver patrones nos permite aprender, crecer y madurar. Conectar cosas que no están conectadas, reunir ideas por sus similitudes o diferencias, todas estas chorradas mágicas que parece que son enviadas desde el más allá por un genio o un ángel directo a nuestros cerebros… son parte relevante de nuestra capacidad para contar y entender historias. Es el momento Eureka.

Las historias tienen patrones visibles, reconocibles. Aristóteles los analizó y organizó alrededor del año 323 aprox. antes del Cristo, en La Poética. Con conceptos muy griegos, habló del evento desencadenante, de los tres actos, del arco del protagonista, de la tragedia y la comedia, del clímax, del conflicto y mucho más.

Antes de Aristóteles, las historias se contaban oralmente siguiendo patrones aprendidos generación tras generación. Hoy las historias mono y multi mediales se cuentan siguiendo los mismos patrones. Incluso cuando se intenta transgredir los patrones se está trabajando dentro de alguna forma del patrón original. «Esta película tiene formato de western», «esta película tiene estructura de thriller», «esta novela es una historia de terror cósmico con tintes de romance y comedia»; etc.

Cuando vemos y reconocemos estos patrones, sentimos en el inconsciente esa conexión satisfactoria con algo conocido. La vemos, aunque no podamos tocarla. Los clichés son patrones. Los tropos son patrones. Los géneros literarios y sus subgéneros siguen patrones.

No temas. Los patrones son tus amigos.

Nota relacionada: por eso las historias que viven o conviven dentro de un patrón reconocible y que se salen de él, son tan insatisfactorias. Por ejemplo, la última temporada de Juego de Tronos o la película 9 de la saga Star Wars. El patrón de las entregas anteriores es de alta calidad, los personajes y sus tramas particulares tienen un ritmo y un tono y una manera de contarse; pero luego viene la inconsistencia, en el final de Juego de Tronos y el final de la última trilogía de Star Wars. Insatisfacción.

La Intertextualidad y la Experiencia Previa.

Más patrones. Nuestras experiencias se graban en las sinapsis y forman redes; en la medida que las experiencias se repiten o estén conectadas con otras experiencias poderosas, mayor será su persistencia en la memoria y nuestra capacidad de recurrir a ellas. O como dicen los ancestros, «la práctica hace al maestro».

Por supuesto que tu experiencia construye patrones neuronales. Y estos patrones conductuales o de conocimiento se pueden acceder fácilmente cuando algo los llama o los despierta.

Aquí es donde entra el concepto de intertertextualidad: «es la relación que un texto (oral o escrito) mantiene con otros textos, ya sean contemporáneos o anteriores; el conjunto de textos con los que se vincula explícita o implícitamente un texto constituye un tipo especial de contexto, que influye tanto en la producción como en la comprensión del discurso. La implicación más importante que tiene la intertextualidad es que ningún texto es original o único, sino que a menudo descansa sobre otros para revelar su estructura y su significado».

En su libro «Million Dolar Outlines» Davis Farland explica la manera en que una historia como «Piratas del Caribe, la maldición del Perla Negra» se conecta intertextualmente con la atracción en el parque de Disney World de «Los Piratas del Caribe», que a su vez se conecta con las películas de aventuras y piratas de los años 1950, que a su vez se conectan con la historia de la Familia Robinson (1812) que a su vez es descendiente intertextual de la novela de Robinson Crusoe (1719).

Farland identifica a esta intertextualidad multimedial como Resonancia: elementos de una historia que trascienden a la historia misma y que nos conectan como público, auditores, lectores, con una obra anterior que resuena en nuestra infancia o juventud.

Es el momento Khan de Star Treck into Darkness. Los personajes en la película no tienen ni remota idea de quién es este Khan. Pero nosotros que sí sabemos, en nuestro interior estamos gritando «¡¡¡Khaaaaaaaannn!!!».

La intertextualidad se entiende como una resonancia puramente literaria. La conexión con nuestra experiencia previa, especialmente si es una experiencia emocionalmente inolvidable, se manifiesta con una resonancia emocional.

Por eso hay historias que resuenan más con unos y menos con otros. Hay resonancias emocionales, experienciales, literarias, multimediales, que conectan nuestra experiencia presente con el pasado.

Volviendo a los Patrones.

La resonancia y la intertextualidad son herramientas que podemos usar para interpretar historias y también para escribirlas.

El momento Khan y la aparición del Halcón Milenario en el Despertar de la Fuerza son pura resonancia o «intertextualidad detonada». Y no es casualidad que ambas películas sean de J.J. Abrams. ¿Vieron a la princesa de Enredados entrando al castillo de Elsa antes de la coronación en Frozen? ¿El búho mecánico en Furia de Titanes? ¿Todas las referencias en Stranger Things? Intertextualidad detonada. Resonancia. Patrones.

La intertextualidad literaria a veces se da fácil en la obra propia. O como «guiños» a obras previas. Homenajes. ¿Tienes recuerdo de alguna intertextualidad inolvidable?

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