Zoo City Lauren Beukes

** spoiler alert ** Tengo que admitir un error básico MÍO a la hora de leer esta novela. No me enteré que la historia transcurría en Johannesburgo, Sudáfrica, hasta la última página. Las señales y referencias geográficas estaban allí desde la primera página y aún así no les puse atención. Juraba que era algún rincón oscuro de Londres, todo el rato. Tarea para mí, regresar al libro de geografía de primero básico.

Zoo City es la segunda novela de la periodista sudafricana Lauren Beukes. Ganó el Arthur C. Clarke 2011 a la mejor novela y fue un gran descubrimiento, la edición británica estaba prácticamente agotada.

Es una fantasía urbana ambientada en el presente, en un ambiente que parece conocido, tal vez por eso pasé de largo y no vi que se trataba de Sudáfrica. Está escrito en primera persona con un lenguaje callejero que a ratos me dejó desconcertado, al punto que debí releer algunos párrafos, sobretodo al principio, hasta que me acostumbré al tono y ritmo de la obra.

Zinzi December es una ex-periodista y ex-drogadicta que lleva algunos meses limpia, todavía debe dinero a su dealer y hace mailings con phishing para pagar esa deuda; comparte su cama con un refugiado de Ruanda; y lo más importante, trae un oso perezoso consigo. Este animal no es una mascota, es el reflejo de su culpa a raíz de una muerte, y como efecto secundario le otorga la capacidad de encontrar objetos perdidos. Y también personas.

La novela está llena de magia, las personas que tienen animales son discriminadas por el resto de la sociedad al punto que la mayoría de los zoos habitan en el mismo gueto, unos bloques de edificios conocidos como Zoo City; Los zoos tienen poderes muy extraños, como la capacidad de recibir e-mails de gente muerta, alimentarse del conflicto o asegurar cerraduras para que sólo puedan ser abiertas por los dueños de casa.

No diré más de la historia porque ya me pasé de spoilers. La autora usa el relato de primera persona magistralmente, con el lenguaje propio del contexto en el que se ambienta la historia, chuchadas incluidas. Avanza introduciendo a los personajes y los ambientes de manera paulatina, sin apuro, partiendo de cero junto con el lector; y así despertó mi curiosidad, mostrando en imágenes cotidianas cómo se construye el relato. Lamentablemente en algunos capítulos se permite licencias, como incluir trozos de noticias publicadas en el periódico local, o trozos de historias que explican cómo es que los zoos llegaron a tener su animal y creo, sin justificarla, que probablemente no había una mejor manera de hacerlo sin alargar demasiado las introducciones.

Al finalizar el tercer cuatro de la novela, el arco argumental que abre el relato se cierra y ahí quedé con cata de WTF!, mientras el relato hacía uso de otro plot que se venía formando en sus páginas como una niebla. Me da la sensación que la autora se vio atrapada por su propio gólem y na no supo como terminar lo que comenzó, imaginó un desenlace de película y regresó sobre el texto para agregar otras escenas con los ingredientes del cocimiento final. ¡Y vaya que final, chico! Pero fue necesario veinte páginas extra de atar cabos sueltos, con escenas inconexas y la protagonista, Zinzi, realizando acciones sin entender por qué las hace.

El libro termina bien, espectacular de hecho, pero se nota el esfuerzo descomunal por hacer encajar piezas de otro rompecabezas en el argumento inicial. Lo logra, casi, al menos yo me di cuenta del pastiche final. Y a pesar de esto, es una novela formidable, me sorprendió totalmente y me abrió la mente a mil posibilidades para mis propias creaciones, que en otras circunstancias habría desechado por ridículas. Debo repetir que en un primer vistazo es una novela difícil de leer, tanto modismo y descripción estrambótica de las modas juveniles del minuto me tenía con la cabeza en las nubes. Pero la sensación de estar perdido sólo dura algunas páginas.

Totalmente recomendada. Vaya por ella vía Amazon porque la edición en español huele a lejana.

ACTUALIZACIÓN: la autora me comentó por Twitter que hay una traducción al español en camino. Así que al awaite!

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By Daniel E. Guajardo Sánchez

Santiago, 1977. Daniel Guajardo (aka) Dan Guajars escribe las historias y su otro yo, el tenebroso, las disfruta. Se lo puede encontrar con el nombre de Daniel Guajardo en Providence, Chile.