Novelaza. La compré el año pasado y estaba ahí, mirándome, juzgona. No diré nada que no sepan ya, así que relax.
Es una gran historia, una saga, que nos muestra cómo las elites se comen a los pobres y cómo los verdaderos monstruos utilizan el poder como excusa para cometer sus atrocidades. Entre otras cosas. Realmente cautivante, como Mariana va tejiendo varios hilos para urdir esta preciosidad aterradora.
Primera razón de por qué me gustó tanto: la autora utiliza su idioma natural para relatar y para los diálogos. No escribe como gringo traducido. Y el castellano de Argentina es tan colorido.
Segunda razón: la autora ubica a sus personajes en lugares reales y en momentos históricos concretos, y los mezcla con sus invenciones y fantasías y recuerdos del pasado. El relato se siente real, aterrizado, verosímil.
Tercera razón: la autora dice que no es autoficción, pero la cualidad de animal conocido que tienen la mayoría de los pasajes de la novela, le dan ese aroma y sabor que tiene la autoficción mejor lograda.
Hay que tener estómago fuerte, eso sí. Léanla.