Acerca de la idea que se convierte en historia, la confluencia que transforma varias ideas en una historia con arco de personaje(s) y por qué una situación (por muy bien contada que sea) no es una historia.
Con introspección de Neil Gaiman y Stephen King.
Notas post-mortem:
- Nutro mi mente con experiencias y lecturas. Todo sirve, menos la televisión abierta y las reuniones políticas.
- Dejo que las ideas se descompongan, decanten y se mezclen. No me lanzo a escribirlas apenas aparecen (porque esas fracasan, nunca las termino).
- Una buena idea literaria es aquella que tiene personajes, tramas, un mundo interesante y TEMA. Y los personajes tienen arcos dramáticos (modelo aristotélico). Ya habrá tiempo para hablar de las tramas y el TEMA.
- Escribo por tramos. No elijo el tramo, el bloqueo me elige.
- Ya no sé cómo escribir en corto. Mis cuentos tienen entre seis mil y doce mil palabras.
- Demoro semanas o hasta meses en escribir un cuento. Tengo tres novelas que escribo desde hace años. Un poco cada una.
- Mis buenas ideas literarias se recombinan a medida que las escribo. Es parte de mi método, así es como soy. Ya dejé de sufrir por esto.
- Primero edito en la pantalla. Y luego edito en voz alta. Me obsesiona la textura y el ritmo de las palabras.